REFLEXIÓN – PEC 1

Buenas noches a todos, antes de comenzar a responder las cuestiones de esta tercera tarea, me gustaría mencionar que esta primera PEC ha servido como mi primer «verdadero» acercamiento al mundo laboral. Yo, personalmente, estoy en la recta final de mis estudios, por lo que presentarme como un traductor matriculado en el CV ha sido extraño para mi, pues en poco tiempo este CV podría ser el válido para mi.

Reconozco que me ha sido complicado redactar una carta de presentación real, pero tras haber completado esta primera PEC, he aprendido que es esencial saber resaltar aquellos rasgos que nos hacen únicos y valiosos en el ámbito profesional. Por ejemplo, información como nuestra formación académica, nuestras habilidades lingüísticas y nuestro conocimiento intercultural son datos esenciales y que creo que deberíamos poner en primer plano al presentarnos ante posibles empleadores. Además, siempre podemos destacar la capacidad de adaptación y aprendizaje continuo pues, independientemente del campo o la disciplina, son cualidades altamente valoradas en un entorno laboral en constante cambio.

Por otra parte, opino que es indispensable aportar una descripción o información personal. Para mi la transparencia es una cualidad que dice mucho de las personas. Aun cuando se trate de una cualidad negativa, podemos usarlo para mostrar nuestra sinceridad y dedicación. Por ejemplo, en mi caso, me ocurre que soy muy indeciso, lo que me lleva a perder bastante tiempo donde no debería. Pero también me considero una persona muy constante en su trabajo y dedicada lo que me ayuda a compensar mi indecisión.

En cuanto a la segunda pregunta, opino que en ciertos puestos sí que es lícito que la imagen personal importe a la hora de escoger personal. Algunas empresas cuentan con puestos de cara al público en los que, por muchas cualificaciones que uno pueda tener, una mala imagen no solo dañara al empleado sino también a la empresa.

Finalmente, en cuanto a la pregunta sobre qué estamos dispuestos a adaptarnos y sacrificarnos para aceptar un trabajo, la respuesta puede variar según las circunstancias individuales. Creo que es importante encontrar un equilibrio entre nuestras expectativas laborales y la realidad del mercado. Si bien es legítimo aspirar a un trabajo que se ajuste a nuestras habilidades y necesidades, también es necesario ser flexibles y estar dispuestos a aceptar desafíos y oportunidades de crecimiento, incluso si implican ciertos sacrificios temporales.

Un saludo,

Tomás Boned González

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