Reflexión PEC 2

Buenas noches a todos:

Parece mentira que hace sólo unos años, mis amigos en el colegio estaban experimentando con los nuevos teléfonos BlackBerry y el Messenger, cuando la única red social que existía, o conocíamos, era YouTube y los currículums solo se entregaban en papel Nuestra imagen virtual se ha convertido en una herramienta fundamental para nuestra inserción en el mundo laboral y saber manejarse de forma eficaz y segura en estos “nuevos” entornos, son cualidades que nos resultan esenciales a todos nosotros a día de hoy. Es por ello por lo que esta asignatura y esta segunda PEC me han parecido de gran utilidad, y aunque no soy nuevo al mundo de las redes sociales, opino que me ha aportado una muy buena introducción para desenvolverme en estos ámbitos, concretamente en LinkedIn.

Por mi parte no tenido problema alguno al crearme un perfil en esta plataforma, pero si es cierto que siempre he procurado ir con cuidado con la información personal que muestro en internet. Ya que, aunque puede ser ventajoso para establecer visibilidad, networking y actualización profesional, plataformas como LinkedIn también presentan riesgos como la exposición excesiva, problemas de privacidad y comparaciones negativas.

En cuanto a los peligros de exponerse como profesional en internet, estoy seguro que no soy consciente de muchos de estos ya que tampoco tengo mucha experiencia laboral, pero entre estos se incluyen el robo de identidad, acoso, las estafas… Creo que, para mitigar estos riesgos, es fundamental configurar la privacidad de manera rigurosa, compartir información de manera selectiva, verificar la autenticidad de los contactos en línea y mantener la seguridad de la cuenta con contraseñas fuertes.

Un saludo,

Tomás Boned González

España y su don para traducir títulos de películas.

La industria del cine, una de las industrias que, a día de hoy, mueve más millones en el mundo, realizando superproducciones por cantidades locas de dinero. A todos nos encanta pasar una tarde en el cine disfrutando de las palomitas y viendo la última película en la cartelera, una actividad común en prácticamente todos los países del mundo. Pues estas películas pasan por un exhaustivo proceso de traducción para que países de todo el mundo pueda disfrutarlas y las inversiones que los productores han hecho en la película resulten rentables. Pero ahora vamos a centrarnos tan solo en las primeras palabras que se traducen de cada peli: el título.

Es probable que haya pasado desapercibido, pero aquí en España tenemos una gran reputación en arruinar títulos de películas por sobretraducción, y me gustaría compartir algunos de los cómicos resultados de las traducciones de títulos en España.

En primer lugar, tenemos la película de Disney  “Ice Princess”, cuya traducción debería haber sido “La princesa de hielo”, o algo similar. Sin embargo, se ve que el traductor encargado de esta película no le pareció bien el título y la llamo “Soñando, soñando… triunfé patinando”.

Otros ejemplos los tenemos en casos como el de la comedia “Naked Gun”, que en España salió con el título “Agárralo como puedas”.

En la película “The imitation game”, que fue traducida como “Descifrando Enigma”, seguramente para ayudar a la audiencia más despistada.

Y como no, la famosa saga de acción de Bruce Willis titulada “Die Hard”, que al llegar a manos de los traductores españoles se transformó en “La jungla de cristal”.

Y como estos existen muchos más ejemplos que realmente nos hacen preguntarnos, ¿En qué estaban pensando? Y eso que no he incluido la tendencia a darle el titulo de “El protector” a un sinfín de películas que, ni se titulan de esta manera en versión original, ni tienen nada que ver la una con la otra.

Los casos más extremos en la localización de videojuegos.

Muy buenas a todos. Estoy seguro de que muchos de vosotros estaréis familiarizados con el extenso “mundillo” de los videojuegos. Como bien sabréis, existen infinidad de géneros y tramas que nos zambullen en mundos extensos e imaginativos. El problema viene cuando las empresas encargadas de diseñar el marketing de un producto, se tienen que enfrentar a las costumbres o políticas de otros países. Para ello existe la localización, y en este post, me gustaría comentar dos ejemplos de “soluciones” que se tomaron para dos entregas en concreto.

Para el primer ejemplo, tomaremos el título conocido como Wolfenstein 2, un videojuego de acción cuya trama tiene lugar en un hipotético mundo donde el régimen Nazi adelantó a los Estados Unidos en la carrera por la bomba atómica y surgió como vencedora en la segunda guerra mundial. El caso es que hasta 2018, Alemania prohibía cualquier tipo de simbología nazi en los videojuegos y el producto que salió en su país resultó ser muy diferente del lanzado globalmente.

En la imagen podéis ver como tomaron la decisión de sustituir, o disfrazar, tanto al líder del partido nazi como al propio símbolo de este. Un ejemplo un tanto extremo de censura.

Sin embargo, este otro ejemplo lo considero aún más increíble. Para ponernos un poco en contexto, en el título Kingdom Hearts 3, nos encarnamos como el protagonista de la saga Sora, para embarcarnos en una lucha contra la oscuridad que nos llevará de aventuras por distintos mundos Disney. Uno de ellos siendo el adorable mundo de Winnie the Pooh. Sin embargo, en la versión del videojuego que se lanzó en china, este entrañable personaje sufrió una censura un tanto más radical, pues como si de una goma de borrar se tratara, eliminaron al personaje del videojuego por un manchurrón blanco.